lunes, 5 de noviembre de 2018

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¿QUÉ ES EL RIEGO TECNIFICADO?
 
El riego tecnificado o la tecnificación de riego se refiere al aprovechamiento eficiente del  recurso acuíferos, a partir del uso adecuado de la tecnología en beneficio de la agricultura; está diseñado para saber cuándo, cuánto y cómo regar, permitiendo la aplicación en los cultivos de agua, fertilizantes y nutrientes de forma segura.


Esta técnica se puede orientar a la disminución del consumo de agua, reducción de trabajo, facilidad de aplicación, aumento de producción por unidad o superficie y obtención de productos con mejor calidad.

Estos mecanismos sirven para regular el manejo eficaz del agua usada para la agricultura, con el fin de impulsar el crecimiento, la modernización y la protección de los distintos lugares, comunidades y zonas productivas para contribuir con la sustentabilidad de los recursos en beneficio del campo.

La eficiencia productiva del riego tecnificado se puede expresar como la cantidad de productos agrícolas obtenidos por cada metro cúbico aplicado de agua, el cual varía por el tipo de cultivo, el clima, el valor de la producción obtenida y la cantidad de agua utilizada.


El riego tecnificado permite aplicar los recursos de forma localizada, continua, eficiente y de manera oportuna, asimismo, se adapta a cualquier tipo de suelo y a condiciones tipográficas diversas, lo cual además de ahorrar tiempo, ayuda a mejorar la economía ya que cumple con ciertas funciones como lo es el regar, fertilizar y controlar plagas, evitando el desarrollo de maleza, la presencia de plagas y enfermedades, lo cual disminuye las pérdidas.


Asimismo, favorece el crecimiento y desarrollo de los cultivos, permitiendo alcanzar una eficiencia del 95 por ciento en comparación a otros mecanismos de riego, ya que le aporta a los cultivos lo necesario, así como las condiciones óptimas para su producción con una frecuencia regular.

RIEGO POR ASPERSION.

Los sistemas de riego tecnificado mejoran la eficiencia de los cultivos y requieren menor cantidad de agua por unidad de superficie y es posible aplicarla de acuerdo a las necesidades de las plantas. Lo anterior es importante cuando el factor limitante para una agricultura intensiva es el agua. La dotación de agua para el riego de los cultivo se puede distribuir gravitacionalmente o por elevación mecánica (bombeo). 


Este sistema tecnificado consiste en la aplicación de agua al suelo en forma de llovizna, producida por la precipitación ocasionada por chorros de agua emitidos por aspersores. En este caso el agua se distribuye a presión por una red de tuberías, que las conducen hasta tuberías laterales que llevan insertados los aspersores, por los cuales sale en forma de chorros, a través de los orificios que constituyen los puntos de emisión de los aspersores. En este sistema de regadío el agua se distribuye por el aire, mediante chorros de agua que entregan distintos diámetros de mojamiento de acuerdo al caudal y presión existentes y al diseño del aspersor. Estos diámetros pueden oscilar entre los 3 y 150 metros de acuerdo al aspersor utilizado. Este sistema es muy versátil; permitiendo regar desde jardines y parques hasta grandes predios agrícolas, para lo cual, se utilizan aspersores de rocío (spray, sprinklers) y grandes chorros emitidos por cañones (Bin gun sprinklres) y aspersores gigantes (Giant sprinklers), respectivamente. 


Ventajas Sistema de Riego por Aspersión

El alto porcentaje de eficiencia (70 a 85 %) por lo tanto se requiere de menor cantidad de agua para las superficies a regar. Permite una distribución uniforme y controlada de los caudales aplicados, incluso en terrenos de topografía irregular. La conducción del agua por tuberías resuelve los inconvenientes del trazado de canales en terrenos irregulares, no produce pérdidas de agua y ocupa menos terreno productivo. 

Este sistema es ideal para ciertas condiciones de suelo y cultivos en los que prácticamente no hay otra opción de riego. Se puede utilizar en cualquier tipo de suelo con limitaciones para el uso de riegos tradicionales. En sistemas bien diseñados, su uso no representa riesgos de erosión ni necesidad de corregir la topografía. Se puede regar eficientemente suelos pesados y suelos con alta velocidad de infiltración, tales como las de texturas medias gruesas, o suelos poco profundos, especialmente cuando se trata de cultivos de alta densidad como cereales y empastadas. Es efectivo para el control de heladas a través de llovizna proporcionada por el sistema, se puede usar el equipo como un sistema de emergencia cuando las temperaturas desciendan bajo un nivel tolerado para el cultivo. Lo anterior es factible de realizar cuando las heladas son de corta duración, en caso contrario se pueden producir problemas de saturación o de drenaje. Permite aplicar fertilizantes y pesticidas con el agua de riego, lo que se traduce en ahorro de mano de obra, además de una eficiente distribución de los productos químicos solubles en agua y que sean de aplicación foliar. También es ventajoso para ciertos cultivos el hecho de que proporciona un ambiente húmedo, lo que impide la deshidratación de tejido joven y en otros casos, favorece la maduración de algunos frutos. Además tiene la ventaja que gran parte del equipo se puede reutilizar en otra explotación. 
Este sistema permite aprovechar el agua de riego de día y de noche, sin necesidad de supervisión continua, sobre todo si es automático. 


RIEGO POR GOTEO

Básicamente un sistema de riego por goteo está compuesto por un conjunto de tuberías, tubos (microtubos) y goteros que se encargan de llevar el agua hasta las plantas, más un programador encargado de controlar los tiempos o frecuencia de riego. 

La principal ventaja de estos sistemas de riego es que sólo consumen la cantidad de agua que nuestras plantas precisan, ahorrando agua, tiempo y dinero. Además al ser un sistema automatizado podemos dejarlo funcionando y marcharnos unos días de vacaciones con la tranquilidad de que al regresar nuestras plantas estarán en perfecto estado.
Antes de comenzar con el montaje de nuestro sistema de riego por goteo deberemos realizar un pequeño esquema o dibujo con el diseño que vamos a dar al sistema: distribución de las tuberías y goteros, colocación del temporizador, metros de tubo y microtubos que necesitaremos, número de goteros que vamos a colocar, etc.... Este esquema además de servirnos de referencia a la hora de enumerar el material que necesitaremos, nos permite imaginar cómo queda el sistema una vez instalado, evitando así retrasos y equivocaciones. A continuación encontrarás una lista con la descripción general de todo el material necesario para el montaje de un riego por goteo (puedes orientarte siguiendo el esquema):

Programador de riego: El programador de riego es la parte más importante del sistema. Su función es muy similar a la de un reloj temporizador pero en lugar de regular el paso de luz regula el paso de agua en función del programa de riego seleccionado. Existen en el mercado cantidad de modelos disponibles con diferentes funciones. Desde los manuales mucho más baratos, hasta los más modernos con multifunción, diferentes programas para cada estación del año e incluso con medidor de humedad para el suelo. Para nuestra instalación vamos a decantarnos por un modelo que funciona con pilas o por los programadores solares, que aunque son algo más caros nunca se quedan sin batería, y que es de fácil manejo. Si el programador falla, se queda sin pilas o lo dejamos mal temporizado dará igual lo bien que hallamos montado el resto de la instalación. Las plantas morirán o por la falta de agua o por el exceso de esta.
En el caso de usar una bomba eléctrica para el agua la mejor solución es usar un reloj temporizador que encienda y apague la bomba cuando queramos que se rieguen nuestras plantas. Este sistema es el más adecuado para usar en pozos y depósitos de gran capacidad.

Electroválvulas: Las electroválvulas sirven para abrir y cerrar secciones o sectores del cultivo según ordene el programador. Es común que para ahorrar dinero y simplificar el montaje sólo se instale una "fase" de riego para todas las plantas. Por desgracia no todas las variedades tienen las mismas necesidades hídricas, y no podemos regarlas a todas con la misma dosis (al menos no deberíamos cuando cultivamos diferentes variedades o especies vegetales). Las electroválvulas permiten hacer diferentes riegos por zonas o "sectores", para dar a cada planta el agua justa que necesita. Esto nos permite programar un riego diferente para cada zona del jardín, en función de las especies vegetales y la estación en la que nos encontremos. En el caso de instalar electroválvulas en nuestro sistema deberemos adquirir un programador adecuado y compatible para usarlas, así como arquetas de PVC para protegerlas de la humedad y la suciedad. Para la zona de riego por goteo además conviene instalar un reductor de presión que disminuya la fuerza con la que sale el agua en esa zona concreta del jardín. Las electroválvulas suelen emplearse para el riego por aspersión de grandes jardines con césped y diferentes zonas de cultivo con vegetación variada. Podéis encontrar cantidad de información sobre las electroválvulas y los riegos por aspersión para zonas ajardinadas en cualquiera de las muchas páginas Web dedicadas al tema. Desaconsejamos el riego por aspersión para el cultivo del cannabis, gasta demasiada agua y estropea las plantas y cogollos.

Goteros: Los goteros son otra de las partes fundamentales del sistema, ya que son los encargados de aplicar el agua a las plantas. Las dos características principales que deben reunir todos los goteros son: regular el caudal adecuado de agua, y tener un orificio de salida de un tamaño apropiado que evite posibles obstrucciones (uno de los principales problemas de los sistemas de riego por goteo). Para evitar esto debemos colocar un pequeño filtro en la toma del agua que retenga y limpie las pequeñas impurezas que pueda contener el agua. Entre los diferentes modelos de goteros que existen en el mercado los más adecuados para nuestra instalación son los goteros autocompensantes. Estos goteros tiene la virtud de aportar la misma cantidad de agua en cada gotero. Los más habituales son los de 2l/h y los de 4l/h de caudal. Además cuestan prácticamente lo mismo que un gotero normal, pero ayudan a que la presión sea igual a lo largo de todo el circuito y además sabemos el caudal aproximado de agua que vierte cada uno. El inconveniente en estos goteros, como comentábamos anteriormente, es que se atascan fácilmente, especialmente por la cal del agua, precisando de un buen filtrado si el agua es de pozo. Así que el agua cuando menos caliza, mejor.

Tubos de distribución y microtubos: La red de tubos y microtubos con sus distintos diámetros, reductores y accesorios forman la verdadera estructura del sistema de riego por goteo. En nuestro montaje casero sólo necesitaremos tubos de distribución de 16mm ó de 15mm de diámetro, y microtubos de 4mm ó 5mm (dependiendo del tamaño de la instalación) para hacer llegar el agua hasta los goteros. Estos tubos están fabricados en PVC y suelen ser baratos y muy duraderos. 

Reductores de Presión: Por regla general los riegos por goteo necesitan muy poca presión de agua para funcionar. Los reductores de presión cumplen la importante unción de reducir la elevada presión que sale del grifo evitando así que alguna de las conexiones del sistema se suelte y el agua saga a borbotones. Conviene instalar algún filtro junto con el reductor de presión para evitar así que pequeñas impurezas obstruyan los goteros. Muchos de los modelos de reductores de presión a la venta en grandes superficies traen ya el sistema de filtro incorporado, por lo que si compráis uno de estos reductores no será necesario comprar ningún filtro.

Piezas Especiales: además de todas las piezas descritas anteriormente necesitaremos para nuestro montaje de otras especialmente ideadas para unir, conectar, acoplar y cegar (tapar) los tubos de distribución y microtubos. Estas piezas son: las "T", los "codos", los "empalmes", los "conectores", las "llaves de paso" y los "tapones".


El Montaje

A la hora del montaje los pasos a seguir son sencillos, y no precisan de herramientas o conocimientos especiales, sólo necesitaremos unas tijeras, un cutter, un punzón y quizás algún trozo de teflón para sellar las uniones. También podemos precisar de alguna abrazadera metálica y bridas de nylon para la correcta sujeción de los tubos. Debemos preparar siempre todo el material antes de empezar, así se evitan las chapuzas.
Empezaremos el montaje acoplando el programador a la toma del agua (por lo general el grifo del jardín). Hay que ajustar bien la toma de agua con su rosca y teflón para evitar fugas de agua. Cuando hallamos colocado el programador en su lugar acoplaremos el tubo de distribución (el de 16mm de diámetro) tal y como indican las instrucciones del fabricante asegurándonos de que esté queda bien fijado y tampoco halla fugas de agua por la parte inferior del programador. Es importante leer atentamente las instrucciones y los consejos del fabricante sobre la instalación del programador para familiarizarnos con su uso. El tubo "principal" que sale del programador lo llamaremos línea de distribución. Este será el ramal que conduzca el agua desde el programador a los microtubos, y de estos hasta los goteros.

Siguiendo el esquema que hayamos hecho previamente y sin cortar el tubo lo llevamos hasta el otro extremo del cultivo, allá donde se encuentran las macetas más alejadas, y después cortamos (proveyendo un margen de seguridad de 5 a 10cm de tubo). Colocamos un tapón en dicho extremo y seguimos colocando las demás líneas de distribución para el agua a lo largo de la terraza o jardín. Para las uniones entre tubo y tubo utiliza las "T", los "codos" y los empalmes. Nunca hay que olvidarse de colocar correctamente los tapones al final de cada sección de tubo para que no haya ninguna fuga. Si por algún motivo quieres controlar el riego por secciones la forma más sencilla y barata es usar llaves de paso para cortar y abrir el agua según convenga en una u otra zona del cultivo. Estos grifitos abren y cierran el paso de agua fácilmente, pero no son programables como las electroválvulas.
Una vez tenemos montada la línea principal de distribución es el momento de colocar los microtubos que llevaran el agua hasta los goteros en las macetas. Con la ayuda del punzón (suele suministrarse junto con los goteros, o se puede comprar en cualquier ferretería) perforaremos el tubo de 16mm a la altura aproximada donde irán las macetas y colocaremos un "conector" o "unión" para fijar los microtubos a la línea de distribución. Se debe realizar esta sencilla operación con cuidado para asegurarnos de que el circuito no pierda agua por los puntos de unión entre las tuberías. Después cortamos el microtubo en secciones, tantas como macetas vallamos a poner en esta cosecha. Cada sección cortada debe ser lo bastante larga como para llegar del tubo de distribución hasta las plantas (de 1.20m a 1.6m aprox.). Con la ayuda de los "conectores" acoplamos los microtubos a la línea de distribución y nos aseguramos de que todo quede bien fijado para que cuando abramos el agua no se suelte ninguno por la presión. Si esto ocurriera debemos colocar un reductor de presión (por norma general a la salida del programador o después de la electroválvulas, consultar en el punto de venta antes de instalar).
Por último colocaremos los goteros en los extremos de cada microtubo y pinchamos las piquetas de sujeción en las macetas. Es importante colocar los goteros lo más cerca posible del cepellón de raíces de las plantas para aprovechar hasta la más mínima gota de agua que gastemos. En el caso de plantas muy grandes (de dos metros en adelante) lo ideal es colocar dos o tres goteos por mata. Debemos intentar siempre que los tubos no queden muy tensos ni por en medio del cultivo, ya que si tropezamos con ellos muchas veces se acabaran soltando (las piezas nunca vuelven a encajar como la primera vez). Por ello siempre que nos sea posible enterraremos los tubos de distribución bajo el suelo de nuestro jardín.


En el caso de las terrazas la mejor solución es colocar el tubo por la pared con la ayuda de bridas: primer lugar se hacen unos taladros en la pared y se colocan unos "tacos brida", en principio tantos como sea necesario para que el tubo quede bien pegado a la pared. En segundo lugar se fija el tubo a la pared con ayuda de las bridas. Podemos pintar el tubo del mismo color que la pared para que el agua que pasa por esté no se caliente demasiado con el sol en verano.
La última operación que haremos una vez instalado el sistema de riego será temporizar el programador con los ciclos de riego. Puedes guiarte por la siguiente tabla (estos valores son orientativos, en función de los goteros que usemos, 2l/h o 4l/h, del clima y el terreno pueden variar):
Abril = 6 minutos al día*
Mayo = 9-12 minutos al día*
Junio = 16-20 minutos al día*
Julio = 16-20 minutos al día*
Agosto = 14-18 minutos al día*
Septiembre = 5-8 minutos al día *
Octubre = 4-5 minutos al día *
Noviembre = 3-4 minutos al día *
*Para las plantas cultivadas en maceta bastará con la mitad del tiempo.
Los meses de enero, febrero, mazo y diciembre no suele regarse por las heladas.

El Futuro: El Riego subterráneo y las Cintas de exudación (o tuberías porosas)
Entre los nuevos sistemas de riego disponibles en el mercado para nuestro jardín o nuestra huerta ecológica están los riegos subterráneos y cintas de exudación. Con estos sistemas se busca reducir aún más la pérdida por evaporación, con el consiguiente ahorro de agua y abonos, permitiéndonos usar aguas residuales depuradas sin problemas de malos olores. Además, al estar todos los componentes del sistema enterrados resisten mejor el paso del tiempo invirtiendo mucho menos dinero y tiempo en mantenimiento.


El Riego subterráneo es uno de los métodos más modernos. Se está usando incluso para césped en lugar de aspersores y difusores en pequeñas superficies enterrando un entramado de tuberías perforadas. Dependiendo de la profundidad a la que se coloquen las tuberías y la distancia entre los agujeros de salida para el agua se pueden regar diferentes tipos de plantas en distintos suelos.
Las cintas de exudación o tuberías porosas son tuberías de material poroso que distribuyen el agua de forma homogénea procurando humedad de manera uniforme a lo largo de la franja por la que el tubo trascurre. Por ello las cintas de exudación son la mejor solución para el riego de cultivos en línea. El principal inconveniente tanto de los riegos subterráneos como de las cintas de exudación es que los agujeros de salida o los poros de la tubería se atascan con mucha facilidad. Esto ocurre sobre todo por culpa de la cal. Si el agua que usas es caliza, no te recomendamos  esté tipo de sistemas



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