¿QUÉ
ES EL RIEGO TECNIFICADO?
El riego tecnificado o la
tecnificación de riego se refiere al aprovechamiento eficiente del recurso acuíferos, a partir del uso adecuado
de la tecnología en beneficio de la agricultura; está diseñado para saber
cuándo, cuánto y cómo regar, permitiendo la aplicación en los cultivos de agua,
fertilizantes y nutrientes de forma segura.
Esta técnica se puede
orientar a la disminución del consumo de agua, reducción de trabajo, facilidad
de aplicación, aumento de producción por unidad o superficie y obtención de
productos con mejor calidad.
Estos mecanismos sirven para
regular el manejo eficaz del agua usada para la agricultura, con el fin de
impulsar el crecimiento, la modernización y la protección de los distintos
lugares, comunidades y zonas productivas para contribuir con la sustentabilidad
de los recursos en beneficio del campo.
La eficiencia productiva del
riego tecnificado se puede expresar como la cantidad de productos agrícolas
obtenidos por cada metro cúbico aplicado de agua, el cual varía por el tipo de
cultivo, el clima, el valor de la producción obtenida y la cantidad de agua
utilizada.
El riego tecnificado permite
aplicar los recursos de forma localizada, continua, eficiente y de manera
oportuna, asimismo, se adapta a cualquier tipo de suelo y a condiciones
tipográficas diversas, lo cual además de ahorrar tiempo, ayuda a mejorar la
economía ya que cumple con ciertas funciones como lo es el regar, fertilizar y
controlar plagas, evitando el desarrollo de maleza, la presencia de plagas y
enfermedades, lo cual disminuye las pérdidas.
Asimismo, favorece el
crecimiento y desarrollo de los cultivos, permitiendo alcanzar una eficiencia
del 95 por ciento en comparación a otros mecanismos de riego, ya que le aporta
a los cultivos lo necesario, así como las condiciones óptimas para su
producción con una frecuencia regular.
RIEGO
POR ASPERSION.
Los
sistemas de riego tecnificado mejoran la eficiencia de los cultivos y requieren
menor cantidad de agua por unidad de superficie y es posible aplicarla de
acuerdo a las necesidades de las plantas. Lo anterior es importante cuando el
factor limitante para una agricultura intensiva es el agua. La dotación de agua
para el riego de los cultivo se puede distribuir gravitacionalmente o por
elevación mecánica (bombeo).

Este
sistema tecnificado consiste en la aplicación de agua al suelo en forma de
llovizna, producida por la precipitación ocasionada por chorros de agua
emitidos por aspersores. En este caso el agua se distribuye a presión por una
red de tuberías, que las conducen hasta tuberías laterales que llevan
insertados los aspersores, por los cuales sale en forma de chorros, a través de
los orificios que constituyen los puntos de emisión de los aspersores. En este
sistema de regadío el agua se distribuye por el aire, mediante chorros de agua
que entregan distintos diámetros de mojamiento de acuerdo al caudal y presión
existentes y al diseño del aspersor. Estos diámetros pueden oscilar entre los 3
y 150 metros de acuerdo al aspersor utilizado. Este sistema es muy versátil;
permitiendo regar desde jardines y parques hasta grandes predios agrícolas,
para lo cual, se utilizan aspersores de rocío (spray, sprinklers) y grandes
chorros emitidos por cañones (Bin gun sprinklres) y aspersores gigantes (Giant
sprinklers), respectivamente.
Ventajas
Sistema de Riego por Aspersión
El
alto porcentaje de eficiencia (70 a 85 %) por lo tanto se requiere de menor
cantidad de agua para las superficies a regar. Permite una distribución
uniforme y controlada de los caudales aplicados, incluso en terrenos de
topografía irregular. La conducción del agua por tuberías resuelve los
inconvenientes del trazado de canales en terrenos irregulares, no produce pérdidas
de agua y ocupa menos terreno productivo.

Este
sistema es ideal para ciertas condiciones de suelo y cultivos en los que prácticamente
no hay otra opción de riego. Se puede utilizar en cualquier tipo de suelo con
limitaciones para el uso de riegos tradicionales. En sistemas bien diseñados,
su uso no representa riesgos de erosión ni necesidad de corregir la topografía.
Se puede regar eficientemente suelos pesados y suelos con alta velocidad de
infiltración, tales como las de texturas medias gruesas, o suelos poco
profundos, especialmente cuando se trata de cultivos de alta densidad como
cereales y empastadas. Es efectivo para el control de heladas a través de
llovizna proporcionada por el sistema, se puede usar el equipo como un sistema
de emergencia cuando las temperaturas desciendan bajo un nivel tolerado para el
cultivo. Lo anterior es factible de realizar cuando las heladas son de corta duración,
en caso contrario se pueden producir problemas de saturación o de drenaje.
Permite aplicar fertilizantes y pesticidas con el agua de riego, lo que se
traduce en ahorro de mano de obra, además de una eficiente distribución de los
productos químicos solubles en agua y que sean de aplicación
foliar. También es ventajoso para ciertos cultivos el hecho de que
proporciona un ambiente húmedo, lo que impide la deshidratación de tejido joven
y en otros casos, favorece la maduración de algunos frutos. Además tiene
la ventaja que gran parte del equipo se puede reutilizar en otra
explotación.
Este
sistema permite aprovechar el agua de riego de día y de noche, sin necesidad de
supervisión continua, sobre todo si es automático.
RIEGO POR GOTEO
Básicamente un sistema de riego por goteo está compuesto
por un conjunto de tuberías, tubos (microtubos) y goteros que se encargan de
llevar el agua hasta las plantas, más un programador encargado de controlar los
tiempos o frecuencia de riego.
La
principal ventaja de estos sistemas de riego es que sólo consumen la cantidad
de agua que nuestras plantas precisan, ahorrando agua, tiempo y dinero. Además
al ser un sistema automatizado podemos dejarlo funcionando y marcharnos unos
días de vacaciones con la tranquilidad de que al regresar nuestras plantas
estarán en perfecto estado.
Antes
de comenzar con el montaje de nuestro sistema de riego por goteo deberemos
realizar un pequeño esquema o dibujo con el diseño que vamos a dar al sistema:
distribución de las tuberías y goteros, colocación del temporizador, metros de
tubo y microtubos que necesitaremos, número de goteros que vamos a colocar,
etc.... Este esquema además de servirnos de referencia a la hora de enumerar el
material que necesitaremos, nos permite imaginar cómo queda el sistema una vez
instalado, evitando así retrasos y equivocaciones. A continuación encontrarás
una lista con la descripción general de todo el material necesario para el
montaje de un riego por goteo (puedes orientarte siguiendo el esquema):

Programador
de riego: El programador
de riego es la parte más importante del sistema. Su función es muy similar a la
de un reloj temporizador pero en lugar de regular el paso de luz regula el paso
de agua en función del programa de riego seleccionado. Existen en el mercado
cantidad de modelos disponibles con diferentes funciones. Desde los manuales
mucho más baratos, hasta los más modernos con multifunción, diferentes
programas para cada estación del año e incluso con medidor de humedad para el
suelo. Para nuestra instalación vamos a decantarnos por un modelo que funciona
con pilas o por los programadores solares, que aunque son algo más caros nunca
se quedan sin batería, y que es de fácil manejo. Si el programador falla, se
queda sin pilas o lo dejamos mal temporizado dará igual lo bien que hallamos
montado el resto de la instalación. Las plantas morirán o por la falta de agua
o por el exceso de esta.
En
el caso de usar una bomba eléctrica para el agua la mejor solución es usar un
reloj temporizador que encienda y apague la bomba cuando queramos que se
rieguen nuestras plantas. Este sistema es el más adecuado para usar en pozos y
depósitos de gran capacidad.

Electroválvulas:
Las
electroválvulas sirven para abrir y cerrar secciones o sectores del cultivo
según ordene el programador. Es común que para ahorrar dinero y simplificar el
montaje sólo se instale una "fase" de riego para todas las plantas.
Por desgracia no todas las variedades tienen las mismas necesidades hídricas, y
no podemos regarlas a todas con la misma dosis (al menos no deberíamos cuando
cultivamos diferentes variedades o especies vegetales). Las electroválvulas
permiten hacer diferentes riegos por zonas o "sectores", para dar a
cada planta el agua justa que necesita. Esto nos permite programar un riego
diferente para cada zona del jardín, en función de las especies vegetales y la
estación en la que nos encontremos. En el caso de instalar electroválvulas en
nuestro sistema deberemos adquirir un programador adecuado y compatible para
usarlas, así como arquetas de PVC para protegerlas de la humedad y la suciedad.
Para la zona de riego por goteo además conviene instalar un reductor de presión
que disminuya la fuerza con la que sale el agua en esa zona concreta del
jardín. Las electroválvulas suelen emplearse para el riego por aspersión de
grandes jardines con césped y diferentes zonas de cultivo con vegetación
variada. Podéis encontrar cantidad de información sobre las electroválvulas y
los riegos por aspersión para zonas ajardinadas en cualquiera de las muchas
páginas Web dedicadas al tema. Desaconsejamos el riego por aspersión para el
cultivo del cannabis, gasta demasiada agua y estropea las plantas y cogollos.

Goteros: Los goteros son otra de las partes
fundamentales del sistema, ya que son los encargados de aplicar el agua a las
plantas. Las dos características principales que deben reunir todos los goteros
son: regular el caudal adecuado de agua, y tener un orificio de salida de un
tamaño apropiado que evite posibles obstrucciones (uno de los principales
problemas de los sistemas de riego por goteo). Para evitar esto debemos colocar
un pequeño filtro en la toma del agua que retenga y limpie las pequeñas
impurezas que pueda contener el agua. Entre los diferentes modelos de goteros
que existen en el mercado los más adecuados para nuestra instalación son los
goteros autocompensantes. Estos goteros tiene la virtud de aportar la misma
cantidad de agua en cada gotero. Los más habituales son los de 2l/h y los de
4l/h de caudal. Además cuestan prácticamente lo mismo que un gotero normal,
pero ayudan a que la presión sea igual a lo largo de todo el circuito y además
sabemos el caudal aproximado de agua que vierte cada uno. El inconveniente en
estos goteros, como comentábamos anteriormente, es que se atascan fácilmente,
especialmente por la cal del agua, precisando de un buen filtrado si el agua es
de pozo. Así que el agua cuando menos caliza, mejor.

Tubos
de distribución y microtubos:
La red de tubos y microtubos con sus distintos diámetros, reductores y
accesorios forman la verdadera estructura del sistema de riego por goteo. En
nuestro montaje casero sólo necesitaremos tubos de distribución de 16mm ó de
15mm de diámetro, y microtubos de 4mm ó 5mm (dependiendo del tamaño de la
instalación) para hacer llegar el agua hasta los goteros. Estos tubos están
fabricados en PVC y suelen ser baratos y muy duraderos.

Reductores
de Presión: Por
regla general los riegos por goteo necesitan muy poca presión de agua para
funcionar. Los reductores de presión cumplen la importante unción de reducir la
elevada presión que sale del grifo evitando así que alguna de las conexiones
del sistema se suelte y el agua saga a borbotones. Conviene instalar algún
filtro junto con el reductor de presión para evitar así que pequeñas impurezas
obstruyan los goteros. Muchos de los modelos de reductores de presión a la
venta en grandes superficies traen ya el sistema de filtro incorporado, por lo
que si compráis uno de estos reductores no será necesario comprar ningún
filtro.
Piezas
Especiales:
además de todas las piezas descritas anteriormente necesitaremos para nuestro
montaje de otras especialmente ideadas para unir, conectar, acoplar y cegar
(tapar) los tubos de distribución y microtubos. Estas piezas son: las
"T", los "codos", los "empalmes", los
"conectores", las "llaves de paso" y los
"tapones".
El
Montaje
A
la hora del montaje los pasos a seguir son sencillos, y no precisan de
herramientas o conocimientos especiales, sólo necesitaremos unas tijeras, un
cutter, un punzón y quizás algún trozo de teflón para sellar las uniones.
También podemos precisar de alguna abrazadera metálica y bridas de nylon para
la correcta sujeción de los tubos. Debemos preparar siempre todo el material
antes de empezar, así se evitan las chapuzas.
Empezaremos
el montaje acoplando el programador a la toma del agua (por lo general el grifo
del jardín). Hay que ajustar bien la toma de agua con su rosca y teflón para
evitar fugas de agua. Cuando hallamos colocado el programador en su lugar
acoplaremos el tubo de distribución (el de 16mm de diámetro) tal y como indican
las instrucciones del fabricante asegurándonos de que esté queda bien fijado y
tampoco halla fugas de agua por la parte inferior del programador. Es
importante leer atentamente las instrucciones y los consejos del fabricante
sobre la instalación del programador para familiarizarnos con su uso. El tubo
"principal" que sale del programador lo llamaremos línea de
distribución. Este será el ramal que conduzca el agua desde el programador a
los microtubos, y de estos hasta los goteros.

Siguiendo
el esquema que hayamos hecho previamente y sin cortar el tubo lo llevamos hasta
el otro extremo del cultivo, allá donde se encuentran las macetas más alejadas,
y después cortamos (proveyendo un margen de seguridad de 5 a 10cm de tubo).
Colocamos un tapón en dicho extremo y seguimos colocando las demás líneas de
distribución para el agua a lo largo de la terraza o jardín. Para las uniones
entre tubo y tubo utiliza las "T", los "codos" y los
empalmes. Nunca hay que olvidarse de colocar correctamente los tapones al final
de cada sección de tubo para que no haya ninguna fuga. Si por algún motivo
quieres controlar el riego por secciones la forma más sencilla y barata es usar
llaves de paso para cortar y abrir el agua según convenga en una u otra zona
del cultivo. Estos grifitos abren y cierran el paso de agua fácilmente, pero no
son programables como las electroválvulas.
Una
vez tenemos montada la línea principal de distribución es el momento de colocar
los microtubos que llevaran el agua hasta los goteros en las macetas. Con la
ayuda del punzón (suele suministrarse junto con los goteros, o se puede comprar
en cualquier ferretería) perforaremos el tubo de 16mm a la altura aproximada
donde irán las macetas y colocaremos un "conector" o
"unión" para fijar los microtubos a la línea de distribución. Se debe
realizar esta sencilla operación con cuidado para asegurarnos de que el
circuito no pierda agua por los puntos de unión entre las tuberías. Después
cortamos el microtubo en secciones, tantas como macetas vallamos a poner en
esta cosecha. Cada sección cortada debe ser lo bastante larga como para llegar
del tubo de distribución hasta las plantas (de 1.20m a 1.6m aprox.). Con la
ayuda de los "conectores" acoplamos los microtubos a la línea de
distribución y nos aseguramos de que todo quede bien fijado para que cuando
abramos el agua no se suelte ninguno por la presión. Si esto ocurriera debemos
colocar un reductor de presión (por norma general a la salida del programador o
después de la electroválvulas, consultar en el punto de venta antes de
instalar).
Por
último colocaremos los goteros en los extremos de cada microtubo y pinchamos
las piquetas de sujeción en las macetas. Es importante colocar los goteros lo
más cerca posible del cepellón de raíces de las plantas para aprovechar hasta
la más mínima gota de agua que gastemos. En el caso de plantas muy grandes (de
dos metros en adelante) lo ideal es colocar dos o tres goteos por mata. Debemos
intentar siempre que los tubos no queden muy tensos ni por en medio del
cultivo, ya que si tropezamos con ellos muchas veces se acabaran soltando (las
piezas nunca vuelven a encajar como la primera vez). Por ello siempre que nos
sea posible enterraremos los tubos de distribución bajo el suelo de nuestro
jardín.

En
el caso de las terrazas la mejor solución es colocar el tubo por la pared con
la ayuda de bridas: primer lugar se hacen unos taladros en la pared y se
colocan unos "tacos brida", en principio tantos como sea necesario
para que el tubo quede bien pegado a la pared. En segundo lugar se fija el tubo
a la pared con ayuda de las bridas. Podemos pintar el tubo del mismo color que la
pared para que el agua que pasa por esté no se caliente demasiado con el sol en
verano.
La
última operación que haremos una vez instalado el sistema de riego será
temporizar el programador con los ciclos de riego. Puedes guiarte por la
siguiente tabla (estos valores son orientativos, en función de los goteros que
usemos, 2l/h o 4l/h, del clima y el terreno pueden variar):
Abril
= 6 minutos al día*
Mayo
= 9-12 minutos al día*
Junio
= 16-20 minutos al día*
Julio
= 16-20 minutos al día*
Agosto
= 14-18 minutos al día*
Septiembre
= 5-8 minutos al día *
Octubre
= 4-5 minutos al día *
Noviembre
= 3-4 minutos al día *
*Para
las plantas cultivadas en maceta bastará con la mitad del tiempo.
Los
meses de enero, febrero, mazo y diciembre no suele regarse por las heladas.
El
Futuro: El Riego subterráneo y las Cintas de exudación (o tuberías porosas)
Entre
los nuevos sistemas de riego disponibles en el mercado para nuestro jardín o
nuestra huerta ecológica están los riegos subterráneos y cintas de exudación.
Con estos sistemas se busca reducir aún más la pérdida por evaporación, con el
consiguiente ahorro de agua y abonos, permitiéndonos usar aguas residuales
depuradas sin problemas de malos olores. Además, al estar todos los componentes
del sistema enterrados resisten mejor el paso del tiempo invirtiendo mucho
menos dinero y tiempo en mantenimiento.
El Riego subterráneo es uno de los métodos más modernos.
Se está usando incluso para césped en lugar de aspersores y difusores en
pequeñas superficies enterrando un entramado de tuberías perforadas.
Dependiendo de la profundidad a la que se coloquen las tuberías y la distancia
entre los agujeros de salida para el agua se pueden regar diferentes tipos de
plantas en distintos suelos.
Las cintas de exudación o tuberías
porosas son tuberías de material poroso que
distribuyen el agua de forma homogénea procurando humedad de manera uniforme a
lo largo de la franja por la que el tubo trascurre. Por ello las cintas de
exudación son la mejor solución para el riego de cultivos en línea. El
principal inconveniente tanto de los riegos subterráneos como de las cintas de
exudación es que los agujeros de salida o los poros de la tubería se atascan
con mucha facilidad. Esto ocurre sobre todo por culpa de la cal. Si el agua que
usas es caliza, no te recomendamos esté
tipo de sistemas